miércoles, 28 de enero de 2009

Ahí estaba. parada en el medio de la lluvia. observaba a los autos y a medida que ellos pasaban los charcos de agua salpicaban sus piernas. le parecia sumamente inútil seguir sosteniendo su paragua (ya estaba empapada), pero no podia dejar de aferrarse a el. no dejaba de mirar, sin duda le gusta la lluvia... pero no avanza. seguramente sabe que en algún momento la lluvia se detendrá y volverá a caminar. el problema, mis queridos confidentes, es que ignora completamente el hecho de poder caminar y que la lluvia la acompañe hasta que se detenga... la lluvia que tanto le gusta la estanca. la lluvia que tanto le gusta le asusta.

No hay comentarios: